Uno de los invasores más notorios del hogar en otoño es la chinche asiática. Este insecto a menudo se confunde con la mariquita nativa, pero se puede distinguir por la presencia de una mancha en forma de M negra en la parte superior de su cuerpo.

Las chinches asiáticas también pueden variar en color, desde el tostado hasta el naranja o el rojo. A menudo tienen varias manchas negras en sus cuerpos, aunque algunas no tienen ninguna. Las mariquitas nativas siempre son rojas y siempre tienen manchas negras.

Cuando se molesta a la chinche asiática, se defiende exudando su sangre: un líquido amarillo anaranjado con un olor fétido. El líquido puede manchar permanentemente las paredes y las alfombras. Aunque la chinche puede morder, es raro y no son capaces de romper la piel ni transmitir enfermedades. El insecto puede causar daño a las mascotas si se ingiere en grandes cantidades, ya que las secreciones sanguíneas pueden causar irritación en la boca o úlceras estomacales en casos extremos, según la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad Animal.

Las chinches asiáticas son generalmente depredadores beneficiosos que consumen numerosas plagas que dañan las plantas comúnmente encontradas en los jardines, según la Universidad Estatal de Ohio. Sin embargo, pueden ser plagas estacionales, particularmente en otoño y principios de primavera. En Ohio, la chinche generalmente comienza a buscar un sitio para pasar el invierno a mediados o finales de octubre. Cuando una chinche asiática aterriza, muchas otras la siguen.

Otro invasor común del hogar en otoño es la chinche apestosa marrón. Este insecto es marrón y tiene forma de escudo, con dos antenas con bandas alternas claras y oscuras.

El insecto no muerde a personas ni mascotas y no se sabe que transmita enfermedades, según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Sin embargo, además de dañar una variedad de cultivos, el insecto puede producir un olor desagradable cuando se siente amenazado o se aplasta.

En casos extremos, cientos de chinches apestosas pueden invadir un hogar. Ingresan a través de pequeñas aberturas, principalmente alrededor de ventanas, chimeneas y unidades de aire acondicionado, según OSU. Aunque las chinches apestosas no son venenosas para las mascotas, pueden causarles malestar estomacal, lo que resulta en vómitos o salivación.

“Los insectos pueden convertirse en una molestia cuando se congregan en grandes cantidades dentro y fuera de los edificios, donde pueden asustar a las personas al volar, chocar contra las paredes y aterrizar en lámparas, televisores y pantallas de computadora”, afirmó Boggs.

Tanto las chinches apestosas como las mariquitas han estado relativamente tranquilas en los últimos años, pero no hay forma de predecir cuándo ocurrirán los brotes, que suelen ser muy localizados, según Boggs.

Cómo evitar una invasión de insectos

La forma más efectiva para que los propietarios eviten que los insectos ingresen a sus hogares es sellar las aberturas que permiten que los invasores se cuelen. Las aberturas creadas por la degradación del antiguo sellador o los marcos de las puertas proporcionan un fácil acceso a los insectos. Los espacios abiertos alrededor de puertas o ventanas deben sellarse con masilla o selladores de espuma aislantes para aberturas grandes, según el artículo de Boggs.

Además, las pantallas de ventanas rasgadas y los barridos de puertas dañados deben reemplazarse. Los propietarios de viviendas también deben inspeccionar su hogar para reparar las ventilaciones desprotegidas.

Si bien estas medidas preventivas pueden tener un costo, ayudan a mantener el calor y el aire acondicionado adentro, reduciendo así los costos de energía del hogar. Aunque se pueden fabricar o comprar trampas para chinches apestosas, no existen trampas efectivas para chinches boxelder ni para mariquitas, según Boggs.